LA CHARLA NOCTURNA DE OFUN MEJI Y EJIOGBE

Apataki de Oragun-Meji

Pataki

Ofun Meji y EJIOGBE estaban hablando hasta medianoche, cuando apareció OYEKU Meji. Ofun Meji preguntó por qué estaba en tan lastimoso estado, contestó YEKU Meji, que había perdido la llave de la luz.- No, no se perdió. Su hermano la tomo, mientras usted estaba borracho. Veo que no es capaz de llevar la misión que había confiado usted. También le entrego la llave a su hermano EJIOGBE.
Y es desde este tiempo que EJIOGBE es el primero en todo lo de IFA.
Sin embargo OYEKU Meji, se despide de su padre, resignado y sigue a su hermano.
EJIOGBE teniendo misericordia de su hermano, dijo a su padre: YEKU Meji es mi hermano. Debido a la equivocación que cometió, él estará reducido a seguirme. ¿No podría darle un trabajo? Porque no invita a mi hermano e hijo suyo a hacer algo productivo.- Entonces lo pone como responsable de la noche.
Es desde entonces que OYEKU Meji toma cuidado de la noche. Del sueño de los hombres, todo lo pueda pasar durante la noche en la tierra.
Algún tiempo después EJIOGBE le pidió a su padre procurarle, para mejorar la iluminación del mundo, un sol, una luna, y unas estrellas. Ofun Meji contestó que si, para ese propósito, le confía las tres importantes. Le dio a Elegbara como auxiliar. También para hacer los pájaros, por el mundo entero; nace la vida y la muerte y la sangre de los mismos;. Los animales los crea y la muerte de ellos muerte y la sangre de ellos. Y finalmente emplazar a todos los hombres, de ellos la muerte también y la sangre también. Y de todos ellos la sangre para preparar las tres cosas importantes que le mando Oddudua.
EJIOGBE hizo todo posible para recoger a todos los hombres, los mató, para sacarle la sangre. Del mismo modo los animales. Del mismo modo los pájaros. Y coleccionó sus sangres.
La sangre de los hombres la puso en un inmenso recipiente para calentarla y convertirla en el sol, él esperó la transformación y no se produjo.- Dijo: Seguramente la sangre de los hombres no sirve. Envió a Elegbaraa los confines del mundo, a descubrir otros hombres de nuevo, algunos animales, algunos pájaros. Y los trajo.
Y reinició el calentamiento de las grandes ollas, empezó a soplar el fuego. Y dijo:
N’ka Ofun, dagbe.
N xo zo, ho ga, bo yi hwe!
Ñe, kele, n’xo zo, ho ga...
Wo-to nu vi Kele, n’xo zo, bo ga, bo yi hwe...
N’ku Ofun dagbe....etc...

Tengo que encontrar el oráculo Ofun.
¡Tengo que revolver el fuego con un fuelle!
Yo, Kele, tengo que revolver el fuego.
Yo, Kele, hijo de los residentes del Río Wo, tengo que revolver etc.

Con la sangre de los hombres se formo el sol.
Se formo la luna con la sangre de los animales.
Con la sangre de los pájaros nacieron las estrellas.
Una vez que la transformación fue cumplida, EJIOGBE llevo el producto de la cocina a Oduduwa, es decir a Ofun Meji. ¡Y Oduduwa dijo entonces: usted, sol, vuela y sube y reina en el día! ¡Luna, vuela, reina en las noches! ¡Estrellas, sube al cielo: reina al alba!