IFA ABRIÓ EL CAMINO PARA QUE LA RIQUEZA VINIERA AL MUNDO

Apataki de Otura-Meji

En el Cielo habían dos amigos que se pusieron de acuerdo para venir juntos al Mundo. Ellos fueron: Ori'Ala (nombre celestial de Otura- Meyi y Ori Atosi. Ellos fueron a ver a dos Awose celestiales en busca de adivinación. Estos Awoses fueron: Odogbo kon Areyi y Odogbo kon Oro Orun. A los dos amigos se les aconsejo hacer ebo con 1 carnero, cada uno, para sus ángeles guardianes, y darle un chivo, 1 machete, papilla (ogiri) a Echu. Ori'Ala hizo el sacrificio, pero Ori Atosi se negó hacerlo, el sostenía que si Dios le daba el permiso para partir hacia el Mundo era un desperdicio de dinero y esfuerzo hacer ningún tipo de sacrificio en el Cielo. Y ambos partieron, para la Tierra. Pasaron los años y se convirtieron en grandes amigos. Temiendo como profesión el recolectar leña para venderla. Un día Otura-Meyi insistió en ir por adivinación para ver cuan prósperos serian sus negocios. Su amigo que en la Tierra se llamaba Alaroye, le dijo que eso era algo inútil. Pero al fin fueron a ver un Awo llamado Peremu'Sheke. Cada uno de ellos tenían 1 gallo para que los despertara por las mañanas, y un machete para poder cortar la leña, y 1 tela en la cual envolvían la leña. En la adivinación se les dijo a ambos que deberían hacer ebo con 1 machete, 1 gallo, tela y owo. Alaroye dijo que el nunca haría ese ebo. Pero Otura-Meyi, decidió que el si lo haría y volvió a la casa del Awo con las cosas solicitada por este, y uso todos sus ahorros quedándose solo con el pantalón que tenia puesto, y uso también la almohadilla que utilizaba para cargar la leña del monte al mercado. El Awo hizo el sacrificio para el, quemando la almohadilla, la ropa y poniendo el machete al santuario de Echu. Mediante un encantamiento el Awo le informo a Echu que Otura-Meyi había hecho ebo con todos los instrumentos con lo que el profesaba una vocación que iba en contra de su destino y le rogó a Echu que preparara sus pies para que pudieran tomar el camino correcto. Luego sacrifico al gallo a Echu. Después de haber hecho el sacrificio Otura-Meyi regreso a su casa con las manos vacías, sin tener la mas remota idea de lo próximo que el iba hacer. A la mañana siguiente, Alaroye vino a buscarlo para la tarea diaria. Cuando llegaron al monte. Otura-Meyi recolecto la leña con las manos, por no disponer de machete y su amigo pudo obtener mejor leña con el machete que se había negado a ofrecer como ebo. Llego el momento de buscar la soga, para atar la leña, y Otura-Meyi le pidió el machete a su amigo para contar unas lianas que le sirvieran para amarrar su carga. El amigo se lo negó sobre la base de que si no hubiera hecho el estúpido ebo ahora no tendría que andar pidiendo prestado. Y partió dejado a Otura-Meyi que se cocinara en su propio jugo. Otura-Meyi uso sus dientes para cortar la liana y poder amarrar su leña. Mientras lo hacia vio a una jicotea, y la capturo, luego vio otra y la capturo también, el puso la primera sobre la leña y a la segunda dentro de esta. Luego partió para su casa con una de las tortugas claramente visible. En el momento que partió ya se había hecho de noche y se encontraba hambriento. En el Cielo la hija de Olokun, estaba teniendo un difícil parto y los Awoses le habían dicho de la necesidad de sacrificar una jicotea, para que ella pudiera tener un parto seguro. Olokun había enviado mensajeros al mercado de Oja-Ajigbomekon en busca de la tortuga, era a ese mercado que los habitantes del Cielo y de la Tierra iban y hacían sus negocios. Al mismo momento, la esposa de Ala, divinidad de la prosperidad, también enfermo, y estaba a punto de morir. Se le dijo, que debería hacer ebo con una tortuga para que se pusiera bien. El también envío a un mensajero en busca de una tortuga, costara lo que costara, los mensajeros celestes, había pasado todo el día buscando una tortuga, pero no había ninguna disponible a la venta. Y regresaron al Cielo frustrados e informaron de los esfuerzos hecho y le pidieron a Dios que les diera su divina asistencia Dios, envío a sus ángeles a que tomaran posiciones en las fronteras entre el Cielo y la Tierra y miraran en busca de jicoteas. Echu había provocado que todas las tortugas en el Mundo se escondieran y las había hecho invisibles. Fue en aquel momento que Otura-Meyi se encontraba regresando con su carga de leña y su tortuga sobre ella. Desde el Cielo los Ángeles lo vieron caminado con su carga. Y bajaron rápidamente y le ofrecieron cómprale la jicotea que el tenia.
Cada uno le ofrecieron pagarle: 200 hombres, 200 mujeres, 200 talegas de dinero, 200 bultos de ropa, 200 cestos de cuentas, 200 chivos, 200 carneros, 200 vacas, y muchas cosas mas. Echu disfrazado de cazador neutral, apareció y le aconsejo a los ángeles que regresaran con las cosas que ya habían ofrecido y el podría entonces convencer al vendedor de aceptar sus ofertas. Los representantes de Olokun fueron los primeros en regresar y recibieron la primera jicotea a cambio de lo que habían traído. Echu le dijo a Otura-Meyi, ahora saca la otra que tienes escondida, el sorprendido el, la busco. Echu hizo un encantamiento y escondió todo lo que habían traído los representantes de Olokun. Y se pusieron a esperar a que llegaran los representantes de Ala los que llegaron un poco mas tarde con todo lo que habían prometido y se lo entregaron muy alegre, obteniendo a cambio la segunda tortuga, regocijándose de que le habían ganado la partida a los representantes de Olokun. Cuando los mensajeros celestiales partieron, Echu volvió hacer aparecer lo dejado por los otros y con los hombres que estos dejaron Otura-Meyi les ordeno hacerle una nueva casa. Echu le aconsejo entonces: Ve y vende tu leña y compra comida con lo que te den y cómetela. Este así lo hizo y fue este el ultimo negocio que hizo con leña. El se vio rodeado de todo y de la penuria salto a la riqueza, con muchas esposas y sirvientes. Un día Alaroye se dio cuenta de que hacia mucho tiempo que no veía a Otura-Meyi en el monte. Y decidió ir a verlo. Llego hasta el lugar donde antes estaba la humilde choza, con su machete y las demás cosas de trabajar. Y encontró que habían grandes edificaciones, mucho progreso. Confundido, su primer pensamiento fue que su amigo había sido expulsado por alguien mas rico y poderoso. Mientras estaba sumido en estos pensamientos, los guardias de la entrada lo detuvieron y le preguntaron que era lo que el buscaba. El les dijo que a Otura-Meyi. Los guardias comenzaron a molestarlo por haber mencionado el nombre de su Rey. Sin embargo el insistió en que aquel hombre era su amigo, al fin los guardias decidieron llevarlo ante el Rey, para que el lo saludara. Cuando el estuvo en la presencia de su amigo le fue imposible reconocerlo. Sin embargo el insistió que solo buscaba a su amigo con el que hacia negocios de leña. Otura-Meyi le pregunto si le era posible reconocer al hombre si el lo veía. Y Otura-Meyi se identifico a si mismo. Y le narro a su amigo lo que le había sucedido, después de que el se había negado a prestarle su machete y lo había dejado en el monte. Otura-Meyi le dijo que su prosperidad era por su fe y por el sacrificio que el había hecho. También le pregunto si el estaba dispuesto hacer el sacrificio, la repuesta fue afirmativa. Pero le dijo que no tenia dinero. Otura-Meyi le dio: 5 hombres, 5 mujeres, 5 chivos, 5 sacos de dinero, etc. Como acción de gracias al Awo que le hizo la adivinación y el ebo para el y le rogó que lo hiciera para su amigo también, aun que atrasado, le dio cinco chivos en agradecimiento por la ayuda prestada. Después del sacrificio Otura-Meyi trajo a su amigo para su palacio, le dio una posición en su corte, prosperaron y se mantuvieron muy unidos a Premu'Sheke, el Awo que hizo los eboses para ellos. Echu fue el que le causo la enfermedad a la hija de Olokun y a la esposa de Ala, y creo todos los acontecimientos para ayudar a Otura-Meyi.
Otura-Meyi abrió el camino para que la riqueza viniera al mundo: Cuando los ángeles regresaron al Cielo le informaron a Dios lo cara que le había costado una sola jicotea. Dios penso que esto era consecuencia de la pobreza que había en la Tierra. Dios ordeno al tesorero celeste que abriera las arcas del tesoro para que el dinero pudiera partir para la Tierra. Una constelación de dinero salió rumbo al Mundo. Una vez mas Echu fue a ver a Otura-Meyi y le dijo que el dinero estaba en camino de la Tierra en grandes ejércitos. Pero que solo entraría en la casa de una persona que tuviera al frente de su casa, lo que el dinero comía. Echu le aconsejo que pusiera una tela blanca, en el frente de su casa y que tuviera mucho ñame machacado (ewo) para regarlo en derredor del lugar. Después de alertar a Otura-Meyi de que los visitantes se acercaban. Echu partió en busca de las huestes del dinero, les contó que la humanidad era muy desordenada, para brindarles una morada adecuada. Les dijo que solo había una persona capaz de brindarle una hospitalidad digna de ellos. Sin detenerse en ningún otro lugar, marcharon para la casa del Awo, Otura-Meyi y en efecto hallaron un lugar familiar donde ellos pudieron desarrollarse. Fue de esta forma en que Otura-Meyi vino a convertirse en la persona mas rica del mundo conocido en aquel tiempo. Cuando este signo sale para una persona pobre, se le dirá que deberá hacer Ifa y hacer los eboses necesarios para que pueda alcanzar la fortuna después de esto. Lo que le llegará sin duda alguna.