EL HOMBRE LLAMADO ACHE

Apataki de Iwori-Obara

PATAKI. Ifa no tiene dinero, cultivando su campo por sus propias manos, pero su campo no lo beneficiaba en nada trabajando todo el día sin tregua.
Al final sé pregunto que debo hacer para ser feliz.
Invitó a un Babalawo, y salió IWORI BARA y le marco el siguiente sacrificio: Dos chivas, dos gallinas, dos palomas, una calabaza llena de pimienta de Guinea, una calabaza llena de pasteles de frijoles (Ajokodo), y una de agua. Se hizo el sacrificio.
Después de este sacrificio el Awo tomo una pizca de Iyefa del tablero y lo lanzo en la calabaza de pimienta y en la de los frijoles; puso agua en una Calabaza, allí tiró una pizca de Iyefa. Entonces dijo Ifa saca a puntapiés la Calabaza llena de agua de la casa. Mas tarde sé presentara un hombre.
Al mismo tiempo cuando remitió la  Calabaza, el Awo le dio las otras dos.
Y en la Avenida voy a esperar al hombre.
Cuando el hombre se le apareció a IFA, el hombre pidió beber, e Ifa le dio el agua de la Calabaza que tenia agua. El hombre dijo: Tengo hambre. Deme buñuelos de fríjol e Ifa le dio la calabaza conteniendo los sabrosos buñuelos. Luego el hombre pidió la calabaza de pimienta, e Ifa sé la dio.
Después de haber bebido el agua, comido los buñuelos y las pimientas, el extraño pidió ir a la casa de Ifa, e Ifa le mostró su casa con el dedo.
El hombre, llegando a la casa, vio una gallina. Apenas había visto la gallina se la pidió e Ifa sé la dio.
En aquellos momentos, una hija de Olofin desapareció de la vista de su padre. Olofin envío a unos mensajeros a llamar a Ifa, e Ifa encontró a la muchacha casi muerta. Ifa dijo: Permítanme llamar a un extraño para que ayude.- Y los mensajeros volvieron junto a Olofin. Entonces el extraño le dijo al Oba: Si quiere que la muchacha sane, es necesario dármela en matrimonio.-  Y así fue prometida por Ifa. El  extraño le dijo de nuevo al Oba: al mismo tiempo con su hija, es necesario darme 21 sacos de Cauris, veintiún rollos de telas, veintiuna chivas, veintiuna gallinas.- El Oba sé lo dio todo. Tres días después de esto, sé sanó la muchacha.
Entonces el extranjero que conocía a Ifa: YO ME LLAMO ASHE. De manera que mis actos son eficaces, de manera que sano las personas enfermas y hago todo el bien.- Ifa contestó: alegremente.- Entonces, Ashe agregó: hoy, deje su azada, y no vaya al campo; vamos a trabajar desde ahora juntos.
Y Ashe le dijo a IFA todos los secretos médicos, y el conocimiento de las hojas que sanan. Es por eso que cualquier Babalawo debe aprender el conocimiento arriba expresado.
Los consultados prefieren los Awoses que tienen y conocen a ASHE.
ASHE es un Orisha y sé ocupa de las recetas de todos los medicamentos.