LA OPOSICIÓN DE LOS PADRES AL MATRIMONIO DE LA HIJA

Apataki de Iwori-Okanran

Había un hombre que tenia una hija menor, y tenia un enamorado, pero su padre se oponía a esta relación por tratarse de un individuo vicioso  y de malos antecedentes  sociales. Siempre el padre aconsejaba a su hija para que dejara esas relaciones y se fijara en cualquier otro joven que no fuera vicioso, pero la hija no lo obedecía.

Un día el padre la encerró en su casa y la vigilaba constantemente para evitar que llegara a algo efectivo con aquel individuo de malas costumbres.

Sucedió que un día, la hija atormentada por la persecución del padre, se fue con su enamorado. La madre, disgustada y para evitar consecuencias mayores le dijo a su esposo que no la buscara y tampoco diera cuenta a las autoridades. El padre, después de mucho hablar, toma el consejo de su esposa.

El marido de la joven, al ver que el padre de la misma no reclamo nada, pensó que lo que estaba era tratando la forma de perjudicarlo o hacerle algo malo personalmente, llegando a ponerse muy nervioso y asustado, cosa que fue detectado por la joven esposa. Un día la joven fue a la casa de juego donde trabajaba o frecuentaba su marido, y lo noto muy nervioso, mirando para todos lados con miedo, como si esperara una agresión de cualquier persona.

Cuando estuvieron juntos en su casa, ella se lo hizo saber y él le respondió: Yo no tengo miedo, pero pienso que tu padre puede hacerme algún daño, y por eso siempre estoy en acecho.

Algún tiempo después, este hombre deja el juego y busco trabajo y cuando regresaba por la noche a su casa no volvía a salir, pasando con su mujer toda la noche. Un día la mujer quedo embarazada y dio a luz una hermosa niña. Aprovechando esta oportunidad, fue con su mujer y su hija a casa del suegro, llevándole algunos regalos. Este, que ya sabia el cambio operado en el marido de su hija, lo recibió como a un hijo y poco después se celebraba la boda.